Con el paso de los años este mundo parecía mucho más desarrollado, comprensivo, tolerante e inteligente. Hay ocasiones en las que te dan ganas de no pertenecer a él.
Ya pudimos comprobar que en Malasia el single ‘Born this way’ se prohibió por contener letras que según los censores de ese país: ‘exaltaba la homosexualidad, bisexualidad y transexualidad’. Quedó demostrado el total retraso del gobierno de este esta nación, ya que la letra sólo lo defiende, en ningún momento se pone de manifiesto su exaltación.
Ahora, el país que ha protagonizado un escándalo de tamaño mayor ha sido Líbano, que ha prohibido la venta y difusión (tanto físicas como digitales, incluyendo portales web como Youtube) del tercer álbum de estudio de GaGa, Born this way, argumentando que ‘Judas’ es una canción anticristiana y que atenta violentamente con la fe del país, y que utiliza la religión como excusa para vender en otras canciones. ¿Cuántas veces se ha explicado que ella identifica a Judas con un hombre que quiere y que la trata mal?, ¿Cuántas veces habrá que repetir que 'Judas' es una metáfora? ¿Por qué no puede hablar de religión en sus letras? Y, sobre todo, ¿quién se cree que es un gobierno para decirle al pueblo lo que tiene que hacer?
En este mundo vivimos. Afortunadamente, en este país, podemos escuchar lo que nos dé la gana, ya sea Lady GaGa, Jason Derülo o las Supremas de Móstoles.
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